Cada vez tomo mayor conciencia de que la mayor de las habilidades que podemos aspirar a tener y mejorar es la capacidad de adaptación.
Siempre lo ha sido y en los tiempos que corren más aún.
Nuestra realidad cambia a una velocidad vertiginosa: nuestra forma de comunicarnos; de establecer relaciones; de entender la familia, la pareja y otros tipos de vínculos como las amistades y de manera muy significativa las laborales¡¡; nuestra forma de aprender y gestionar la información, tanto a nivel profesional como la cultura general; los paradigmas de la educación pueden haber llegado a cambiar incluso entre un hijo y el siguiente… y ya no me quiero meter en temas de emprendedores y gestión de empresas. Supongo que está lista se podría prolongar mucho más.
Por lo tanto, la tolerancia a convivir con la incertidumbre, la capacidad de asumir ciertos riesgos y la pérdida de miedo a fallar son componentes importantísimos para adquirir la habilidad de ser personas con capacidad de adaptación al cambio, el cual es más cierto y rápido que nunca en la historia de la humanidad.
¿Te resulta todo un reto un día de vacaciones sin tener nada programado?
¿Cuando estás terminando un curso o un proyecto, ya estás pensando en el siguiente?
¿Tienes muchas tareas programadas a lo largo del día y cuando este acaba, sientes que no te ha cundido nada?
¿No soportas el aburrimiento?
¿Te siente culpable y desmotivado si no ves claramente la finalidad de lo que estás haciendo (dormir, ver la tv, etc.)?
Ya se acercan las vacaciones, algunos ya las han disfrutado o están ahora en ello¡¡¡
No obstante y paradójicamente, nos encontramos con un problema a la hora de disfrutarlas.
Aunque parezca estraño, hay muchas personas que se agobian ante la situación de “No hacer nada”.
En terapia veo personas que no se motivan para hacer cosas y tienden a la procrastinación. Serían los que están en un extremo. Pero también veo los que no son capaces de pararse y dejar de hacer algo que ellos consideren “rentable” en términos de resultados visibles de alguna manera. Estos serían los que están en el otro extremo.
En ocasiones, estas dos tendencias pueden oscilar de forma pendular y otras veces las personas se quedan totalmente ancladas a alguno de estos polos.
Suele parecer evidente que el procrastinar puede constituir un problema para la persona y su vida, pero pocas veces uno es consciente de que no parar y permitirse el “no hacer nada” también lo puede llegar a ser.
La proactividad y superproductividad esta bien vista socialmente y es premiada, y muchas veces lleva a éxitos reales y visibles.
Pero ¿somos conscientes de los peligros que conlleva volverse adicto a esta actitud/cualidad?
El artículo que hoy os comparto de Pilar Jericó que recoge aportaciones del libro Entrena tu cerebro de Marta Romo, nos habla sobre la fundamentación neurológica y las ventajas de aprender a “no hacer nada”.
Yo, añadiría como ventaja, que además poder decidir el nivel de productividad que tenemos según el momento de nuestra vida y las circunstancias, nos lleva a ser más adaptativos/versátiles y más LIBRES sobre todo. Que el sentimiento de culpa tome las riendas de nuestras decisiones a menudo va en contra de nuestra salud mental.
Cada vez sabemos más del cerebro, la psicología desde hace tiempo estudia la motivación y sabe que es muy difícil cambiar hábitos y pasar de lo que sabemos desde un plano teórico/intelectual, a acción.
Esto en muchas ocasiones, nos frustra y deteriora nuestra autoestima y dispara la creencia de lo que no somos capaces de hacer. Una y otra vez vivimos situaciones en las que me doy cuenta que sabía lo que tenía que hacer pero NO LO HAGO¡¡¡ 🙁
Mel Robbins nos explica, también a través de su propia experiencia, como el cerebro tiene trucos para supuestamente protegernos de lo que él percibe como amenaza, por lo que si hay algo que nos cuesta, o el cerebro percibe que dudamos de ello, comienza a activar todos los trucos posibles para que no pasemos a la acción.
Esto pasa a formar parte de círculos cerrados codificados en los ganglios basales. Entramos en bucles de pensamiento que hace que no cambiemos los hábitos (ella lo llama: brecha de acción del conocimiento).
La regla que ella propone, en realidad nos ayuda a activar la parte más nueva de nuestro cerebro, el Neo Cortex. Así activamos el estado de consciencia (atención plena) y de esta forma podemos aprender y producir cambios.
Realmente interesante todo lo que desgrana, llevamos mucho tiempo, enseñando a cambiar hábitos, pero cada vez tenemos más formas de entender la desmotivación y abordarla. Y esta no pasa solo por cargarme de razones positivas y decirme que ¡me voy a comer el mundo! Pasa por dotarme de herramientas para poder comenzar la acción. Por aprender a no dudar frente a todos los inconvenientes iniciales.
Y como yo siempre digo ¡ la acción, llama a más acción¡ Ella aquí explica que en realidad, esto en sí mismo, se convierte en un nuevo hábito, y así es¡¡¡
La apariencia es poderosa, pero también superficial
La modelo Cameron Russel, analiza en esta Ted Talk el impacto de la imagen en la percepción del éxito y del fracaso.
Nos cuenta como ella entiende que la valentía significa ser honesta y nos demuestra a través de imágenes como las fotos que tiene como modelo, no la representan a ella, sino que es una creación de un grupo de profesionales.
También apunta que la lotería de su genética, no solo no la hace vivir en mayor medida desde la felicidad, sino que la ha obligado a vivir cuidando ese legado cosa que ella relaciona directamente con su inseguridad y la de sus compañeras de profesión.
Un dato verdaderamente escalofriante que aporta, es que con 13 años el 53 por ciento de las adolescentes estadounidenses no les gusta su cuerpo y se eleva a un 78 por ciento con 17 años…wuauuuuuuu. ¿Qué estamos haciendo mal en el supuesto estado del bienestar? ¿Hacer depender la felicidad de una lotería, que si además te toca, te juzgaran por ella y te condenará a no poder perderla, aunque envejezcas, como ser humano que eres, y todo el estrés que eso puede suponer?
El verano por fin llegó🤗… y con el toda la inmensa campaña de Operación Bikini😖😖😖
Ni que decir tiene el interés económico que se mueve detrás de esta campaña..a la cantidad de industrias que le viene bien que no nos guste nuestro cuerpo y que hagamos y compremos lo que haga falta para no tener que enfrentarnos a él en verano.
De esta forma para muchas personas, principalmente mujeres, puede llegar a ser un verdadero motivo de ansiedad y pánico la llegada de esta estación. Dicha angustia, suele conllevar un montón de conductas de evitación, por no hablar de inversión económica.
Por ello hoy os comparto el vídeo de esta campaña #NiBikiniNiBikinoque me ha parecido una idea estupenda para empezar a poder transmitir otro tipo de visión y valores frente al de la exigencia estética.
Os doy la enhorabuena por la iniciativa a Cómete el mundo TCA y a mi compañera Mary Soppins. Me ha encantado¡¡
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies