LOS CINCO MITOS DE LA AUTO-COMPASIÓN

LOS CINCO MITOS DE LA AUTO-COMPASIÓN

¿Eres de los que ser una persona compasiva te parece algo importante, una cualidad encomiable?

¿Te parece importante ser amable, benevolente, simpático y empático con los demás? 

¿Te parece igualmente importante tener el valor de ayudar y cuidar a los demás? ¿Tratas de inculcar todo esto a tus hijos si los tienes, o así lo harías, si los tuvieras?

Pero…..

¿También eres de los que, por el contrario, consideras que tener AUTO-COMPASIÓN se relaciona con otros contravalores como autoindulgencia, egoismo, autocompadecimiento, ensimismamiento, etc…?

A día de hoy, todavía, somos muchos los que vivimos pensando que somos mejores personas si damos lo mejor de nosotros a los demás, pero que si nosotros mismos no cumplimos ciertos estándares y no nos culpamos o castigamos por ello, por defecto nos convertiremos en personas egoísta, pecadores por soberbia o lo que es peor la complacencia moral.

La auto-compasión significa aceptar que formamos parte de la humanidad, y que la humanidad entera sufre, por unos motivos u otros. El saber que nuestro sufrimiento no es fuente de vergüenza, nos permite sentirnos reconfortados y nos permite también escuchar y abrazarnos en el sufrimiento, tal y como hacemos con el sufrimiento de los demás.

A los demás no les culpamos de sus desgracias, ni tendemos a juzgarles por ellas. Cuando somos compasivos con ellos, tratamos de validar su dolor y hacerles notar con AMABILIDAD física y verbal que nos tienen ahí y pueden contar con nuestra comprensión y apoyo. Desde ahí el otro se siente reconfortado y le es más fácil gestionar su dolor y sus causas.

Por ello, la compasión nos ayuda a afrontar la vida con resilencia y ecuanimidad emocional, nos ayuda a estar de una manera más sana en las relaciones con los demás y nos ayuda a valorarnos más allá de nuestros “fracasos” y vulnerabilidades.

Kristin Neff, nos explica como la ciencia está consiguiendo desterrar los cinco mitos que suele existir entorno al término de auto-compasión.

1.- La auto-compasión es una forma de auto-compadecerse: ella nos demuestra a través de ciertos experimentos y estudios como la auto-compasión más allá de dejarnos ensimismados, consigue lo contrario. La aceptación de que el sufrimiento es humano y la capacidad para cuidarnos en el dolor, sin tratar de identificar “porque esto no debería de ocurrirme”, permite soltar más rápido y de una manera más efectiva ese dolor.

2.- La auto-compasión significa debilidad: de nuevo nos demuestra como cuando tratamos de desconectarnos de nuestras emociones dolorosas no conseguimos avanzar en las dificultades de la vida. No podemos identificar las heridas  o dificultades y por ello no podemos curarlas o avanzar. La auto-compasión me permite entenderme y por tanto facilitarme aquello que necesito para avanzar.

3.- La auto-compasión me hará complaciente: cada vez hay más datos acerca de que la auto-compasión lleva a la motivación constructiva y a fortalecer la responsabilidad personal y que la autoflagelación por el contrario lleva a la vergüenza y su consiguiente evitación (no enfrentarmos) y/o negación (no responsabilizarmos).

4.- La auto-compasión es narcisista: cuando basamos nuestra valía y por ende nuestro bien estar en los resultados,  en que seamos especiales y destaquemos entre la multitud y por tanto estemos por encima de la media en algo, estamos abocados a la inestabilidad emocional. Los resultados varían constantemente dependiendo con quién nos midamos, en qué nos midamos y en qué momentos nos midamos. La auto-compasión nos ayuda a mantener una estabilidad emocional. Independientemente de nuestros resultados podemos valorarnos y sobre todo acompañarnos en dichos resultados. La auto-compasión no es un juicio acerca de nosotros mismos, es una manera de relacionarnos con  el ser que somos, siempre tan cambiante, desde la aceptación y amabilidad sobre todo cuando fallamos. La auto-compasión nos ayuda a convivir con nuestra imperfección humana, mientras que la necesidad de valoración narcisista requiere sentirnos por encima de los demás.

5.- La auto-compasión es egoísta: partimos de unas enseñanzas en las que se presupone que si somos amables con nosotros mismos e invertimos tiempo y esfuerzo en cuidarnos automáticamente no somos capaces de hacerlo con los demás o lo hacemos en detrimento de ser compasivos con los demás. O que si somos buenas personas y altruista necesariamente tenemos que ser horribles con nosotros mismos, como requisito para ser personas bondadosas¡¡¡

La realidad es que cuando estamos centrados en el auto-machaque en realidad no nos podemos centrar en otras cosas, paradójicamente estamos mucho menos disponibles (nos volvemos inevitablemente egocentristas). Cuando nos sentimos nutridos en nuestras necesidades emocionales esenciales, nos sentimos mucho más abiertos y disponibles. Las evidencias científicas avalan a las personas que son más auto-compasivas como mejores cuidadores y apoyos emocionales. También son más capaces de establecer relaciones con apegos seguros (el tipo de apego familiar que recibimos en la infancia según  las investigaciones científicas,  se está manifestando como el mayor factor de riesgo o por el contrario de prevención de riesgo de trastornos y problemas mentales a lo largo de la vida).

Por último añadir que sería fundamental que los profesionales de la ayuda  desarrollen en primera instancia, la auto-compasión, porque eso les lleva a desarrollar un escudo protector que les permite recoger el dolor y sufrimiento del otro desde una postura de ecuanimidad, necesaria para darle el espacio que necesita el otro, para sentir lo que siente y evolucionar al ritmo que necesite evolucionar, sin que se vean involucradas nuestras propias emociones. Es decir, nos permite ser más respetuosos, tolerantes con el dolor ajeno y desde ahí  apoyos más reconfortantes y efectivos. De esta forma, otra consecuencia también,  muy importante, es que ayudaría a prevenir lo que se ha dado en llamar FATIGA POR COMPASIÓN, que es un formato del famoso burnout.

*Artículo original publicado en Psychotherapy Networker:  Los cinco mitos de la Auto-compasión por Kristin Neff

 

 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies