GESTIÓN EMOCIONAL DEL CORONAVIRUS I: pasando de la evitación al afrontamiento de la amenaza

GESTIÓN EMOCIONAL DEL CORONAVIRUS I: pasando de la evitación al afrontamiento de la amenaza

 Toda situación amenazante conlleva un proceso y forma de gestionarlo.

Estamos preparados para enfrentarnos o huir ante las amenazas. Esta es la respuesta del miedo que incorporaron nuestros antecesores mamíferos para gestionar los peligros.

Por ello, muchos de nosotros, yo incluida, pasamos por una etapa de negación. El virus y su amenaza era algo lejano, primero geográficamente y después en cuanto a su repercusión y efectos en nuestra vida social y personal.
Esta negación acerca de una amenaza, en muchas ocasiones nos protege. No podemos traer a primer plano, ni ponderar todos los peligros potenciales existentes. Sería algo paralizante.
No obstante, el lunes 9 de marzo se tomó la decisión de suspender la asistencia de todo el alumnado a sus centros correspondientes. Yo viví esa decisión como un mazazo. Di un golpe en la mesa pensando ¿cómo es posible que esa amenaza lejana vaya alterar toda mi “normalidad”?.
Comencé a estar en “lucha”, a resistirme a las opciones que esto me planteaba… No quería asumir el riesgo de traer a mi madre de 79 años para que cuidara de mis dos hijas, pero tampoco quería alterar en nada mi trabajo, ni nuestra rutina, tanto de mi marido como la mía. Esa lucha mental, me trajo ansiedad con su correspondiente nudo en el estómago y tensión…pero el miércoles se acercaba y tocaba decidir…
Entonces, pude tomar conciencia de mi bloqueo y desde ahí de la lucha que mantenía con la realidad… Tome conciencia de que el covid19 estaba para quedarse y alterarnos la vida, no era negociable aunque me frustrara. Hace un día, era una amenaza lejana, pero hoy ya no lo era. No podía seguir negando su impacto y trascendencia.
Al abandonar la lucha me fue más fácil decidir qué coste quería asumir. Rectifico, más bien, que conte No quería asumir. Por eso, me quedó claro que me tocaría hacer renuncias en mi comodidad de lo cotidiano y por supuesto en mi trabajo. No quería decidirlo, me frustraba, me sacaba de mi rutina, confort y seguridad. Pero tocaba decidirlo y convivir con ello, de lo contrario seguiría en la lucha y toda su angustia.
Una vez que abandonamos la lucha y por tanto abandonamos la negación y asumimos el peligro, el miedo a la consecuencia temida, el riesgo y la incertidumbre que todo ello conlleva, podemos comenzar la respuesta de enfrentamiento. Pero este enfrentamiento se puede dar de dos maneras bien distintas por sus repercusiones emocionales.
1. Podemos seguir dejando el control a nuestro cerebro primitivo, entrando en un estado de alarma o pánico o
2. Podemos autorregularnos haciendo uso de nuestro cerebro más reciente, la parte prefrontal en nuestro neocórtex.
¿Y tú? ¿Sigues en negación? ¿Quizás en lucha? ¿O has entrado en pánico? Ojalá puedas estar, más bien, autorregulándote ante la situación de amenaza presente.
Si no es así, en el siguiente post daré las claves para ello!
468

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Share This

Share This

Share this post with your friends!